Tu boca (o capítulo 7)

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige ySigue leyendo «Tu boca (o capítulo 7)»

La verdad.

«Bajo las águilas silenciosas, la inmensidad carece de significado». Antonio Gamoneda. Si ahora de pronto son las horas más humanas, más blandas, más musgo y más arena y por primera vez reales, ¿Dónde se fueron los ideales? ¿Dónde quedaron las conjeturas? ¿Qué fue de los pájaros en la cabeza? Tal vez esto sea ser piedra,Sigue leyendo «La verdad.»

Aftermath.

«Dime por que todavia te deseo, por que tu nombre vuelvecomo el hacha a la herida en una amarga visitacion demedianoche,a la vera de un campo funerario donde larvas se multiplicanhumedas babas, recuento interminable de torpezas,dime desde esa nada donde ahora te atrincheras, dimepor que me basta componer un mecanismo elemental desilabas,discar en el cogolloSigue leyendo «Aftermath.»

Me basta.

«Eres. Me basta.» Pedro Salinas. Pero no siempre basta. Algunas veces quiere arrancarte los labios, poder sangrar las palabras que nunca dices, escupir todo aquello en su cuerpo que lleve tu nombre. Otras veces es para ti un pájaro cargado de futuro, la esperanza de una piel, un lugar común, un hogar. A veces leSigue leyendo «Me basta.»

Escribir.

Fotografía: Henri Cartier-Bresson. Escribir para decir el grito para arrancarlopara convertirlopara transformarlopara desmenuzarlopara eliminarlo escribir el dolor para proyectarlopara actuar sobre él con la palabra.«Escribir», Chantal Maillard. Escribir los acontecimientos. Escribir lo que no existe. O no existir.O existir cuando se escribe.Entrega de premios Carmen de Michelena 2010 aquí.

Somos Gloria.

Somos nada disfrazada de falsa modestia. Somos cuerpos disfrazados de falta de vacío, pero luego lloramos por las noches, luego somos plenitud. Somos alma detrás de la piel que habitamos. Somos cuencas vacías tras los ojos. Somos el viento y somos el verano. Somos arrogantes y mendigos, escasez de sueño, noctámbulos, somos extraordinariamente impuntuales, somosSigue leyendo «Somos Gloria.»

Pero quizás

«La vida se metió por medio, -toda esa cagada que nos deja empantanados cuando no tenemos los cojones de luchar por lo que queremos- pero nunca perdí el interés.» Paul Auster, Brooklyn Follies. Fotografías: Alberto García-Alix. Paul Auster, las casualidades y yo. Encuentros y desencuentros. Música como remedio. Se apaga la ciudad.