Demasiado a pecho.

El tiempo pasa, y apenas pasa nada. Todo permanece quieto. Silencio. Calma aparente. Incertidumbre, miedo, lasitud. Duele algo en el estómago; otras veces, no duele nada. Se pueden construir agujeros profundísimos. Algunos ya existen, otros no existieron jamás. En mi mesa, un calendario grita Mesías.

Así existe este afecto, Camilo de Ory.

Igual que el agua quemasi hierve,como el descanso agotay el no comer acaba con el hambrey una cerveza quita la resaca; como termina el viajeal alcanzar el punto de destino; como da sed el vino, como es posible hablar sin decir nada;como crecen las uñas de los muertos,existen los afectos. Camilo de Ory