Deseo : que no duela aquí la tierra en lo más hondo del pecho
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Diario: si hubieseis visto su rostro
La fotografía es un fotograma de la película América América (1963). Por eso es necesario aprender. Por eso. Por eso. Porque me he cruzado esta tarde con un chico en el tranvía hablando español, escuálido, desesperado, sin dinero. Le han estafado, ha venido con una maleta, un bocadillo y una chamarra en busca de trabajoSigue leyendo «Diario: si hubieseis visto su rostro»
La herida de Gallagher.
«Paseamos despreocupadamente por las tiendas del muelle, a la espera de cruzar con el ferry: aún no sabemos que te estás muriendo». Tess Gallagher, El Puente que cruza la luna, Bartleby Ediciones, traducción: Eduardo Moga. Desde hace más de una semana quiero hablar de la poesía de Tess Gallagher, pero entre unas cosas y otrasSigue leyendo «La herida de Gallagher.»
La misteriosa naturaleza de las cosas (un retrato)
«Si me acuesto o me levanto, da lo mismo: Los días y las noches me toleran. Debo de parecer viva a los extraños». Jane Kenyon. Hace unos meses, en el puesto de la Editorial Pre-textos de la Feria del Libro me recomendaron, según mis gustos, De Otra Manera, de Jane Kenyon. Empecé a leerlo haceSigue leyendo «La misteriosa naturaleza de las cosas (un retrato)»
Canto
A veces sostener mi propia ropa ya es un canto
O fim do mundo.
Porqué a veces las ciudades duelen
Cuando vencí a Febrero (o Febrero me venció).
Y el recital piscifactor en Los Diablos Azules el pasado 12 de ese mes. Aquí os dejo un fragmento de mi poema Fe y vértigo. Gracias a Cris por el vídeo y por todo.
Sin título.
«Heme aquí, junto a tu sepultura (…) para llorar tu carne podre y pura, que nadie de nosotros vio pudrirse». Ledo Ivo. Los bucles que me quedo en este laberinto de cabello húmedo todavía son el disfraz son otra no soy yo ni mi miedo
No.
«No es para quedarnos en casa que hacemos una casa no es para quedarnos en el amor que amamos y no morimos para morir tenemos sed y paciencias de animal». Juan Gelman, Costumbres. Una vez cada día me pesa el pecho. Me oprimen las costillas. Una vez cada día (unos quince minutos, a lo sumo)Sigue leyendo «No.»
Un cuaderno más tarde.
«Fueron pocos meses que pasaron así, y no obstante fue la temporada más larga que Momo experimentó jamás. porque el verdadero tiempo no se puede medir por el reloj o el calendario». Momo, M. Ende. Tengo un libro favorito. Tengo un libro favorito entre todos los libros de mi infancia. Tengo una historia que leoSigue leyendo «Un cuaderno más tarde.»