«Hoy llueve, y todo se alimenta de mis restos». Maite Dono. A pesar de que el vértigo hoy llene mis pulmones y me ahogue el estómago, y de que todo duela (porque todo duele), y de que la poesía de Maite Dono no me convenza demasiado, tiene versos que son luz; Y miento: hoy noSigue leyendo «Sol y restos.»
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Sólo el verso.
Ilustración: Beatriz Palomero. Si todo lo que duele me destruye las uñas y los labios contra el suelo, si todoaquello que me hiere me devora el alma, lo sano que tenía el amorque tuve y te diy que te tengo todavía, dime no pienses, sólo dime qué me queda qué certeza se salva si laSigue leyendo «Sólo el verso.»
Verdades que palpitan.
«Si tu vida se abriera a un espacio de niebla, si mi voz diera luz a esa luz que se inflamay te acerca en silenciode cóncava noche, (…) si supieras que el mar es un patio de humo, y el invierno un águila lenta, y la muerte un acorde en la curva del pecho dondeSigue leyendo «Verdades que palpitan.»
El abismo.
Hay cuadernos malditos y papeles enfermos. Hay cuadernos que no pueden terminarse, que no pueden escribirse. Y entre la mano y el papel hay un muro enorme, un lodazal, un abismo inconmensurable.Y cuanto más se intenta atravesar, más imposible, y más duro, y más insano. Sobre todo, insano.Hay cuadernos que no pueden ser terminados. YSigue leyendo «El abismo.»
Esfinge de tabaco
«La que huye. La que persigue y huye, la que entierra las huellas de otros dedos, la que ignora los cantos, la que un día comulgó los excrementos de la derrota y aún así volvió a caminar.» María Rosal. El sabor del tabaco es uno de los placeres más maravillosos que existen en días comoSigue leyendo «Esfinge de tabaco»
Allá donde se cruzan los caminos.
Sabina dijo muy bien que en Madrid las niñas ya no quieren ser princesas, Quique González hablaba de que las calles de Madrid eran para fumarlas a medias, y Dámaso Alonso dijo que Madrid era una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas). Hoy me quedo con Sabina y conSigue leyendo «Allá donde se cruzan los caminos.»
Una estaca clavada.
» Nadie me dijo que la justicia fueseuna estaca clavada en el pecho del tiempo,mojón que marca el punto de la historia rotay el comienzo de lecturas por siempre insatisfechas,prolongando la herida sin más razónque un empacho de verdad y su terca resistencia». Sergio Rodríguez. Supongo entonces que la justicia es esto. Empacharme de todaSigue leyendo «Una estaca clavada.»
Exorcismo.
«La cruz sobre la piel del frutoseñala la caídabrazos horizontaleshinchazón y resecamientode los humoresy de nuevo hinchazónde lo podre» Olvido García Valdés. Tengo el pecho reventadoalgo de lo podridose hunde en mi gargantasiento náuseasintento provocarme el exorcismo inevitablemente hay algo hinchadoy la bilis me llega hasta los huesosme pesa hasta el dolor en los pulmonesySigue leyendo «Exorcismo.»
Con los pulmones trenzados.
«Las miguitas de panse alejan cada vez más con el vientoy yo sólo abro la ventanay les digo adiós con un pañuelo blancoaunque sé que es perder un caminohacia algún lugar». Sara Martín Ruiz. Más información sobre ella aquí. Los viajes son eso. Los rencuentros, la soledad de los aeropuertos, de las despedidas. A vecesSigue leyendo «Con los pulmones trenzados.»
Porvenir. (O un bálsamo contra el insomnio).
Ilustración: Linn Olofsdotter. «Te llaman porvenirporque no vienes nunca.Te llaman: porvenir,y esperan que tú lleguescomo un animal mansoa comer en su mano.Pero tú permanecesmás allá de las horas,agazapado no se sabe dónde.… Mañana!Y mañana será otro día tranquiloun día como hoy, jueves o martes,cualquier cosa y no esoque esperamos aún, todavía, siempre.» Ángel González. RecicloSigue leyendo «Porvenir. (O un bálsamo contra el insomnio).»