Lo que no cuento.

Stéphanie Inagaki. Había en su boca una lluvia de pájaros roncos, una afonía sabia. También el silencio de una sala de cine, la soledad del patio de butacas, saber que nadie ha muerto todavía, después de la película. Había confianza y despreocupación en mis pulmones y demasiada blancura aún en mis muslos sucios. La ciudadSigue leyendo «Lo que no cuento.»

Blame it on the music (delirio musical)

Fotografías de Hernesto Conhache. A menudo sueño con una carretera. Con un calor terrible a la luz de una luna distinta. Sueño con ukeleles y con pedazos de pañuelos que voy encontrando como pistas a lo largo de un camino de árboles. Hay música de cocos. Un animal me ofrece un fruto con apariencia de maderaSigue leyendo «Blame it on the music (delirio musical)»

O la chica que amaba la tormenta.

«Cuando escuches el trueno me recordarás y tal vez pienses que amaba la tormenta…el rayado del cielo se verá fuertemente carmesíy el corazón, como entonces, estará en el fuego.Esto sucederá un día en Moscú cuando abandone la ciudad para siemprey me precipite hacia el puerto deseadodejando entre ustedes apenas mi sombra.« Anna Ajmatova. Amo laSigue leyendo «O la chica que amaba la tormenta.»

Detesto las imágenes, detesto las personas-imagen, los panfletos, las personas-panfleto. Los Domingos siempre pasan como balas o lastres, pesan en las caderas, y en las cuencas de los ojos, y en las rodillas. Y nos han dicho que todos somos estrellas del rock, y todos estuvimos en Las Vegas, y contemplamos un Picasso, y nadaSigue leyendo

Tiempo que es pluma.

A veces hace frío y de pronto es diciembre. Y noviembre pasó como una pluma o como un dedo por la espalda, el verano no existe, los zapatos se rompen, y ando descalza por Madrid, y escribo cursiladas, y a veces tengo miedo y tengo sed, o bailo medio enferma encima de las hojas, losSigue leyendo «Tiempo que es pluma.»

Seamos.

«Pero seamos, al fin,intrascendentes,sin nudos y metáforasseamos.» J.A.Valente. Combatamos nuestra existencia. Seamos peces en las bocas. Seamos devoradores de cuerpos, combatamos la ciudad, amarilla y cansada, olvidemos el miedo, batámonos en duelo, seamos traslúcidos, resistamos, tengamos ganas, saltemos el abismo, mordámonos los labios, paseemos nuestras lenguas por el cielo de cualquier paladar, ¡despertemos! tengamos esperanza,Sigue leyendo «Seamos.»

Escribir.

Fotografía: Henri Cartier-Bresson. Escribir para decir el grito para arrancarlopara convertirlopara transformarlopara desmenuzarlopara eliminarlo escribir el dolor para proyectarlopara actuar sobre él con la palabra.«Escribir», Chantal Maillard. Escribir los acontecimientos. Escribir lo que no existe. O no existir.O existir cuando se escribe.Entrega de premios Carmen de Michelena 2010 aquí.

Somos Gloria.

Somos nada disfrazada de falsa modestia. Somos cuerpos disfrazados de falta de vacío, pero luego lloramos por las noches, luego somos plenitud. Somos alma detrás de la piel que habitamos. Somos cuencas vacías tras los ojos. Somos el viento y somos el verano. Somos arrogantes y mendigos, escasez de sueño, noctámbulos, somos extraordinariamente impuntuales, somosSigue leyendo «Somos Gloria.»

Demasiado a pecho.

El tiempo pasa, y apenas pasa nada. Todo permanece quieto. Silencio. Calma aparente. Incertidumbre, miedo, lasitud. Duele algo en el estómago; otras veces, no duele nada. Se pueden construir agujeros profundísimos. Algunos ya existen, otros no existieron jamás. En mi mesa, un calendario grita Mesías.