Lo confieso: he tardado meses en leer «Americanah», de Chimamanda Ngozi Adichie. Pero no, no ha sido por pereza, ni por dejadez. No ha sido por sistema, como acostumbro a hacer con muchas cosas que, sin querer, siempre acabo dejando a medias. La historia ha sido otra. Es la historia de un libro que transforma,Sigue leyendo «El mejor libro del año: Ser en la frontera. "Americanah".»
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Poema.
Polvo sería la vida de otro modo, y digo polvo Porque quedan aún piezas de esta mala manera He logrado Reconstruir mi mano de escayola; célula necrosada es el núcleo del cuerpo, pero oscuramente hay también un ecosistema de cavidades el tejido pulmonar regenera su bosque en su noche torácica Las piernas fatigadas no sonSigue leyendo «Poema.»
Una lectura de Chatterton, de Elena Medel.
Entre los muchos poetas actuales del panorama español que me gustan, si tuviese que nombrar algún poemario que me haya emocionado y con el que más me he sentido identificada, uno de los primeros nombres que pronunciaría sería el de Elena Medel. Chatterton(Visor, 2014), ganador además del Premio Loewe, me parece uno de los ejemplosSigue leyendo «Una lectura de Chatterton, de Elena Medel.»
Perseguir el sol.
Os cuento que he ido a la playa. Que estoy terminando mis pesquisas. Que quiero verano. Que tengo sueño. Que Alberto Olmos es un jefazo. Que me reinstalo y rehago mi casa. Que próximamente colgaré algunas fotos. Que investigo sobre la blogosfera francesa y empiezo a encontrar cosas interesantes que pronto compartiré. Que vivo deSigue leyendo «Perseguir el sol.»
Enero.
Hubo libros de siglos pasados. LLuvia, frío, nevó. Echamos de menos a los padres, a los hermanos, a los amigos. Salimos a la calle con los bolsillos tísicos, obligados por el viento del Mediterráneo, cambiamos la distribución de los muebles, cantamos mientras conducíamos hacia la playa. Debíamos escribir un libro de poemas, pero dibujamos enSigue leyendo «Enero.»
Quiero escribir sobre la buena gente.
Quiero escribir sobre tus brazos de nido. Me gustaría decir el hogar, hablar de la humedad, de la cama vacía cuando te vas temprano. A veces digo «tú» y quiero decir «todos». A veces hablo de ti y quiero hablar de otro, de la bondad de otro. Lejos de casa la gentileza se encuentra enSigue leyendo «Quiero escribir sobre la buena gente.»
Duermevela.
El agua caliente limpia mi garganta. Nos perseguían varios hombres sin rostro vestidos de azul. También había veneno en alguna parte y el sabor amarillo del azufre. Corrí tanto que hoy me duelen las piernas y estoy despierta, y los tobillos arden. Me asustó un pájaro rojo y los cuerpos sin ojos. Corrí tanto queSigue leyendo «Duermevela.»
La herida de Gallagher.
«Paseamos despreocupadamente por las tiendas del muelle, a la espera de cruzar con el ferry: aún no sabemos que te estás muriendo». Tess Gallagher, El Puente que cruza la luna, Bartleby Ediciones, traducción: Eduardo Moga. Desde hace más de una semana quiero hablar de la poesía de Tess Gallagher, pero entre unas cosas y otrasSigue leyendo «La herida de Gallagher.»
Apuntes felinos.
«Pero recuerdo la soledad: ninguna otra presencia; cada cosa, lo que fuese. No ese tosco revoloteo en el que te he convertido, igual que tú me has convertido en tu centinela nocturno, en tu luz homicida». Tess Gallagher. Un domingo felino, leyendo a mi queridísima Tess Gallagher, al fin encontré un título nuevo para elSigue leyendo «Apuntes felinos.»
Un cuerpo propio.
Hago listas, preparo posts, tomo algunas fotos, escribo algún poema:una llamada telefónica interrumpe la asfixia del domingo después vuelvo a esa sombra de gatode agosto algún músculo late recordándome que nadie está a salvo del deseo entonces enciendo un cigarrilloy pienso en la lluvia más allá de los muslos