A petición de algunos, os dejo un ejemplo de que lo podeis encontrar en mi poemario, «La violencia de lo que sobrevive».
Este circo salvaje
de juegos sinsentido y de sintagmas,
me hace bacteria
digna de escombrera algunos días,
pero otros
amanezco pirámide o esfinge
altiva y renacida de los restos;
dispuesta a caminar.
yo ya lo había leído 😛
Este poema es precioso. Me encantan sus proporciones y su justa medida.